Gioconda Belli Pereira
El país de las mujeres
Premio Hispanoamericano de Novela
La Otra Orilla
Grupo Editorial Norma 2010
Págs: 278 págs.
La última novela de Gioconda Belli (Managua, Nicaragua, 1948), El país de las mujeres, obra ganadora del Premio Hispanoamericano de Novela La Otra Orilla 2010 concedido por el Grupo Editorial Norma, con un jurado integrado por Santiago Roncagliolo (Perú), Mario Mendoza (Colombia) y Pere Sureda (España) y con 615 manuscritos participantes. La novela que presentado por la autora bajo el seudónimo de Viviana Sansón, nombre también de la protagonista de la novela, una mujer quien decide crear el PIE (Partido de la Izquierda Erótica) y que, de alguna manera existió en la realidad clandestina durante los duros años de la revolución nicaragüense). A través de sus 278 páginas, narra con un maravilloso humor satírico, la transformación de Faguas –el país de la inventiva de Gioconda, que aparece en su primera novela La mujer habitada y definido por la autora como la metáfora del fuego y agua, la realidad de Nicaragua- que pasa de una política de Estado dominada por los hombres a una enteramente dirigida por mujeres.
Con una excelente forma de narrar y una escritura limpia, Belli, nos cuenta la historia de Viviana Sansón, la mujer nacida para ser grande y que nunca le tuvo miedo a ser diferente, la que aprendió a afrontar el dolor, la tristeza, a amar con pasión, a no callar, a defender a su género por encima de cualquier cosa, sin caer en el feminismo tradicional. Con este carisma llega al poder y con el poder le llega la oportunidad a todas las mujeres de Faguas que, de manera tranquila, toman las riendas del país, de la casa, de la familia, mientras los hombres son enviados a casa para que entiendan el trabajo de la mujer: los quehaceres cotidianos, la crianza de los hijos, etc. Lo que se convierte en un interesante experimento con sus apologistas y sus detractores, pero que finalmente permite entender la verdad de la vida que mueve a cada habitante de Faguas.
Pero el otro eje interesante de la novela es la memoria. La presidenta Sansón es herida en un atentado y en estado de coma, revive – narrado por la autora de una manera extraordinaria- cada momento de su vida, los objetos perdidos en el pasado, una sombrilla, un vaso, un suéter, reviven para llevar a esta mujer a entender el verdadero sentido de su existencia. El amor, la disciplina, la educación, el respeto, la ternura, la fortaleza, son elementos que a la mujer en el poder le permite reconstruirse en una nueva historia, en una nueva manera de ver las cosas, el ‘felicismo’ o la felicidad es el objetivo principal de un gobierno hecho por mujeres, así lo define Viviana al final de la novela: ‘La verdad es que reconocernos humanos es saber que siempre habrá nuevas luchas y retos, pero bueno, avanzamos. Un pie delante del otro’.
PAPEL DE COLGADURA
Por: El Zudaca (Nómada urbano)
Cali no es Nueva York y jamás será París, a veces se puede confundir con Ámsterdam por las prácticas cotidianas de sus habitantes con los sicotrópicos, o también puede ser catalogada como ciudad hermana de Rio de Janeiro, mientras se hace el bendito túnel que nos lleve al mar o nos validan las playas de Pance. A mi ciudad la llamo Calicalentura, cuando hago surfing por sus arterias urbanas al compás de los ritmos afrolatinos mientras me tomo un maracuviche, o Calicalabozo en los días depresivos cuando todo parece repetirse, la misma gente en los mismos lugares, bailando las mismas canciones, y donde nadie escucha a nadie.
La Ciudad no es la que muestra la cultura oficial en un catálogo de una oficina de turismo, ni hay una identidad homogénea de ser caleño o caleña, por eso disfruto del periodismo narrativo como un ejercicio ético de pensar la urbe desde las artes narrativas, y desde la universidad como propuesta de pensamiento crítico, experimentación con la escritura, para la agitación y el debate cultural.
Como resultado de la trashumancia por la urbe impresa, llegó a mis manos el último número 5/6 de la publicación Papel de Colgadura, editada por la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad ICESI. Al observar detenidamente este vademécum gráfico y cultural de las múltiples ciudades yuxtapuestas en la Sultana del Yenyeré, no dejo de sentir una fascinación por la idea del palimpsesto que se propaga por las 140 páginas de un formato apaisado de esta revista, donde las palabras se hacen escuchar con las tipografías que se atreven a delinquir furtivamente con la imagen, las ilustraciones, y la narración gráfica, en ese atractivo delirium tremens creativo que es el diseño editorial.
Conseguir lectores críticos en la sobreoferta de la videosfera, se aprende en el viaje por las carreteras del periodismo cultural, con el trueque de saberes interdisciplinarios que arrojan un producto impecable, de factura visual y textual, porque una buena comunicación entre editor, diseñador y reporteros ofrece interesantes resultados, si se coordinan efectivamente contenido y presentación, como ocurre con este proyecto editorial con creativas secciones como: Apuntes una guía no oficial de Cali, Teatro de variedades, Entre actos, Recomendados y A veces llegan cartas, donde se reflexiona sobre las relaciones entre ciudad, imagen y memoria como una cartografía plural y diversidad donde el ensayo, los cuentos, el relatos, la novela y los géneros periodísticos, como el escenario de vida, la entrevista, el perfil se cruzan con el foto reportaje, las notas al margen y los mapas.
Es el siglo XXI, Cali es un territorio por redescubrirse, Papel de Colgadura, parece ir hacia ese horizonte de caminarla sin ruta, lastima que no se consiga en lugares más populares, y corra el riesgo de convertirse en una revista de nicho, que suele ser el destino de los proyectos que nacen desde la academia, pero bueno eso es otro debate que no cabe en esta reseña.